Cerramos la vuelta a la competición tras el parón forzoso
con sensaciones agridulces. Por un lado, la buena noticia es que apenas 6
semanas de la fractura de clavícula izquierda y contra todo pronóstico pude
volver a competir en btt sin ningún tipo de molestia en la zona dañada, o
sobrecargas en músculos implicados. Sin embargo no todo fueron buenas noticias
ya que el resultado el primer día, séptimo, dejo entrever que aún me queda
trabajo para volver al mejor nivel, a lo que se suma el hecho de que una avería
mecánica me impidió terminar la segunda etapa, en la que las sensaciones y la posición
en ese momento, tercero, me hacían ser más optimista.
El sábado la etapa constaba de 68 km sin llegar a los 1000 metros de desnivel y en su totalidad por pista, por lo que para ser sinceros, no encajaba nada con mi perfil, ya que sería una carrera en torno a las dos horas y para mi cuanto más duro y más tiempo mejor.
Como era previsible la carrera fue rapidísima, se salió a
mil y en el km 8 al paso por la meta volante conseguí pasar séptimo, evitando
sustos y empezando la competición real. Los primeros 20 km se rodaron agrupados
los 400 corredores por pistas anchas hasta llegar al inicio del primer puerto
donde el grupo se rompió realmente fácil, produciéndose los primeros ataques,
en los que se marcha un grupo de 5 corredores a los que no puedo seguir,
formando por detrás un grupo perseguidor con Julen Zubero y Javier Laín
coronando juntos el puerto y lanzándonos a la persecución en la que Julen tuvo
un papel determinante. Sin embargo como suele pasar en este tipo de
persecuciones, enlazamos en el peor momento, justo cuando iniciábamos el
segundo puerto de la jornada, por lo que acusando el esfuerzo realizado
volvimos a descolgarnos perdiendo en esta ocasión a Javi que se quedaba también
de nuestro grupo, asi que nuevamente toco coronar y lanzarse a la persecución en
los últimos 20 km a meta, aunque en esta ocasión con el objetivo de minimizar
las perdidas con la cabeza al máximo, logrando acabar finalmente 6 y 7 de la
general a 1:15 del líder y con más de dos de ventaja sobre el 8, Javi Laín. El
balance de la jornada era por tanto raro ya que por un lado había acabado sin
molestias y formaba parte de los pocos que tenían alguna opción en la lucha por
la general pero con la sensación de que no estaba al nivel que debería.
A la mañana siguiente afrontábamos la segunda etapa, algo más
corta,55 km y más dura,1000 metros de desnivel, que además incluían algo más de
sendero y menos pista.
La verdad que las sensaciones este segundo día fueron mucho
mejores, el sprint intermedio se ubicaba en el km 5 por el que pase en 5 posición
tras salvar una caída en el pelotón en la que se vio implicado Betalú, tras el
cual se iniciaba el primer puerto del día, en el que rápidamente se formó una selección,
marchándose Guillem en solitario y quedando apenas 10 corredores más por detrás,
logrando el tercer puesto en el premio de la montaña, tras el cual se iniciaba
un tramo de llano y sendero en el cual acabo mi carrera de manera fulminante
tras un problema mecánico que no pude reparar cuando rodaba tercero.
Tras esto toca volverse a Madrid y extraer todo lo positivo
y seguir trabajando duro y aislando la mente para conseguir revertir esta situación.
Esta próxima semana toca modo xco en Valladolid!
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